La menopausia es una etapa de la vida de toda mujer que se caracteriza por el fin del ciclo menstrual y el periodo reproductivo. Aunque se trata de un proceso biológico totalmente natural, que nada tiene que ver con una enfermedad o un trastorno, al estar asociado al envejecimiento femenino se ha convertido en una especie de tabú al que cuesta dar visibilidad en la sociedad. Por eso, aquí te contamos todo sobre cómo afecta la menopausia al cuerpo de la mujer.
¿Cómo se diagnostica?
Normalmente, se considera que una mujer ha entrado en la menopausia cuando ha estado 12 meses consecutivos sin tener la menstruación. La edad puede variar mucho, aunque en nuestro país, la edad media se sitúa entre los 51 y 52 años. Sin embargo, el rango puede establecerse entre los 40 y 50 años, existiendo una mayor incidencia a partir de los 45.
El diagnóstico suele combinar una evaluación de los síntomas y la edad de la mujer, con una exploración ginecológica. Cuando los síntomas se producen a una edad que se considera temprana, un médico puede solicitar una analítica para comprobar la concentración de hormonas sexuales femenina.
Las causas de la menstruación
En términos generales, es una condición que se produce como resultado de la disminución natural de las hormonas reproductivas. Y es que, a medida que envejecemos, los ovarios dejan de producir progresivamente estrógenos y progesterona, lo que conlleva una reducción hormonal que implica que dejan de liberar óvulos y, con esto, desaparece la menstruación.
Además de por causas naturales, la menopausia también puede ser inducida por otros factores, como la extirpación quirúrgica de los ovarios o el útero –en este caso, el proceso puede ser más dilatado–, un tratamiento contra el cáncer y una insuficiencia ovárica primaria, que puede deberse a factores genéticos o a una enfermedad autoinmune. Otros factores externos como el tabaco pueden acelerar su aparición.
Síntomas de la menopausia
Este período de transición vital es experimentado de forma diferente de unas mujeres a otras, ya que los síntomas pueden variar tanto en intensidad como en duración. Para algunas puede suponer el comienzo de una etapa de alivio que deja atrás las incómodas menstruaciones o la posibilidad de embarazo. Para otras, los síntomas son más acusados, tanto en lo físico como en lo emocional, lo que dificulta ese proceso de transición.
Entre los más comunes están:
- Periodos menstruales irregulares: es uno de los primeros síntomas y el que lleva muchas mujeres a sospechar. Consiste en una alteración de la regularidad de la menstruación, cuyos periodos pueden acortarse o alargarse, incluso desaparecer durante varios meses. Es una alteración que se suele dar durante la perimenopausia, el periodo previo a la menopausia en el que la producción hormonal se vuelve errática. Eso sí, el embarazo sigue siendo posible en esta etapa.
- Sofocos: son esas soleadas de calor intenso que parece originarse en la zona del pecho y se irradia hacia el cuello y la cara. Suelen ir acompañadas de gran sudoración y enrojecimiento y pueden durar varios minutos. Se dan de forma aleatoria e incluso durante la noche, cuando pueden alterar el sueño.
- Cambios de humor: durante la menopausia, la irritabilidad, la apatía, la ansiedad y los cambios en el estado de ánimo son frecuentes, aunque a menudo suelen estar relacionados con el estrés y las preocupaciones.
- Pérdida de calidad en cabello y piel: suceden a causa de la disminución de estrógenos, que reduce drásticamente la presencia de colágeno, lo que afecta a la estructura de la piel y el cabello. Por eso disminuye la densidad capilar y la fibra se afina.
- Problemas de sueño: muchas mujeres sufren problemas para dormir, ya sea porque se despiertan demasiado temprano o les cuesta conciliar el sueño. Son dificultades que se ven empeoradas por los sudores nocturnos o la necesidad de ir al baño.
- Aumento de peso: con la menopausia el metabolismo es ralentiza, lo que suele provocar un cambio en la distribución de la grasa corporal, que tiende a acumularse alrededor de la cintura. Esto suele venir acompañado de una pérdida de volumen en los senos, al cambiar la consistencia, la textura y el tamaño de las mamas. Por eso, muchas mujeres, llegada esta etapa, deciden someterse a procedimientos como el aumento de pecho, la mastopexia y la abdominoplastia.
- Sequedad vaginal: viene provocada por la caída de los estrógenos y puede llegar a causar molestias durante las relaciones sexuales. A nivel sexual también se puede experimentar una disminución de la sensibilidad que puede reducir el deseo.
- Incontinencia urinaria: las pérdidas de orina al reír, toser o intentar levantar peso también pueden ser frecuentes.
- Problemas cognitivos: algunas mujeres dicen tener problemas para recordar palabras, así como dificultad para concentrarse en esta etapa.
Algunos factores pueden agravar la sintomatología de esta etapa, como los genéticos, la raza, la etnia y el estilo de vida. Por ejemplo, fumar se asocia con una mayor intensidad en los síntomas.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la menopausia?
La menopausia también aumenta el riesgo de padecer ciertas enfermedades a causa de la disminución de los estrógenos. Es el caso de las enfermedades cardiovasculares, ya que el descenso hormonal aumenta el riesgo de enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos. También los huesos se ven afectados por este trastorno hormonal, que causa pérdida de densidad ósea, lo que puede favorecer las fracturas.
Cómo manejar los síntomas
Es posible aliviar la intensidad de los síntomas mediante una serie de cambios en el estilo de vida e incluso desde la terapia médica.
Por un lado, se pueden realizar cambios en la alimentación, llevando una dieta saludable, rica en frutas, verduras y legumbres, con un buen aporte de calcio y fibra. A su vez, es conveniente limitar el sodio y mantener a raya el consumo de grasas saturadas, azúcares libres y cafeína.
Por otro lado, se recomienda mantener una actividad física regular, realizando ejercicio de fuerza para mantener la masa muscular, ejercicios pliométricos, para conservar la salud ósea y actividad de cardio que mejore la salud cardiovascular y la resistencia. Mantenerse activa también ayudará a conservar una buena composición corporal.
A la hora de sobrellevar los sofocos, se recomienda evitar la cafeína, vestir a capas para poder retirarlas o ponerlas cuando sea necesario y llevar abanicos o pequeños ventiladores portátiles siempre encima.
Para mejorar el sueño conviene mantener una buena higiene en el descanso, siguiendo rutinas y horarios, practicando yoga y meditación y con estrategias que ayuden a reducir la intensidad de los sudores nocturnos y las visitas al baño.
La terapia hormonal sustitutiva
En algunos casos en los que los síntomas de la menopausia son tan severos que llegan a afectar la calidad de vida, el médico puede recomendar la terapia hormonal sustitutiva. Y es que puesto que muchos de los síntomas de esta transición están relacionados con la disminución de los estrógenos, la administración de estos vía transdérmica o vía oral puede resultar muy efectiva y un gran alivio para algunas mujeres.
Entre los beneficios a corto plazo de esta terapia figura del alivio de los sofocos, las molestias genitales, la disminución del deseo sexual y los cambios de humor. Sin embargo, no suele tener un gran impacto en la piel y el aspecto del pecho. A largo plazo, la terapia disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y osteoporosis y mejora el perfil lipídico en sangre.
Eso sí, es conveniente conocer los posibles efectos secundarios de la terapia hormonal sustitutiva, que aunque suelen ser leves, pueden dar lugar a dolores de cabeza, tensión en las mamas y molestias bajo el vientre.
Ahora que ya sabes cómo afecta la menopausia al cuerpo de la mujer, podrás estar más preparada para esta etapa vital y vivirla con naturalidad, tomando las decisiones informadas que creas convenientes sobre tu cuerpo para sobrellevar mejor el proceso.